Modernada en Do menor.

___God help the girl.___

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Cuando todos pensábamos que los hipsters habían quedado obsoletos. Cuando todo el mundo creía que el modernete típico ya no era cool sino mainstream. Cuando parecía que por fin una nueva subcultura emergería, llegan Belle & Sebastian y se marcan un musical moderno hasta decir basta. Pues nada, que no, que los hipsters no se van.

Una chica con anorexia, internada en un hospital psiquiátrico y que sueña con formar su propio grupo de música, decide darse el alta voluntaria y lanzarse a la aventura de vivir en el mundo real. Chica conoce chico, chica conoce otra chica, se hacen muy amiguitos y forman una banda. Pero claro, la chica tiene sus problemillas y las cosas no son tan sencillas. Aunque, la verdad, no sabría deciros por qué, ya que la historia es bastante confusa. Gopd help the girl es un videoclip de casi dos horas con pedigrí indie. Y es que la película es básicamente eso, una sucesión de escenas musicales visualmente impecables. Una excelente dirección artística, una trabajada y lograda estética ultraretro (muy en la línea del Wes Anderson de Moonrise kingdom), una composición muy videoclipera, un vestuario extraordinario (aunque poco creíble, como casi todo lo demás)… En definitiva, un producto bello, agradable y entretenido. Y fin de la historia. Literalmente. La endeble narrativa del film va perdiendo fuerza en favor de la maravilla visual y del hilo conductor, las canciones pop más edulcoradas que he escuchado jamás. Todo queda en el aire, difuso y poco trabajado.

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A nivel musical, sinceramente, no es un género que me apasione. Más bien, todo lo contrario. El pop indie me horroriza, me parece ñoño y artificialmente frágil. Por tanto, la banda sonora no es de mi agrado. Eso sí, los fans del grupo quedarán hechizados. Estamos ante un musical de los de “canto en lugar de hablar”. Es decir, que las escenas musicales no siempre están justificadas, aunque sí muy bien resueltas. A pesar de las casi dos horas de cánticos y bailecitos supermodernos (silbidos y coreografías insustanciales incluidos), para una amante del rock y los géneros más contundentes, el resultado es soportable e incluso entretenido.

La película se aproxima sin éxito a Begin again. La historia es similar, aunque mucho más pobre en el caso de la cinta escocesa que nos ocupa. No tiene la fuerza y la emoción de la protagonizada por la atractiva Keira. La estética también se asemeja. Pero mientras que en Begin again es un coro, en God help the girl es la voz principal.

Un reparto acorde con la gran apuesta artística y la experimentada mano musical de Stuart Murdoch dan como resultado una cajita delicada y preciosa. El problema es que al abrirla el espectador la encontrará vacía. La buena noticia es que a pesar del pronunciado hipsterismo, no hay ni una sola barba. ¡Gracias, Stuart!

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